Friday, 29 January 2010

Regards From Sweden






Me recibieron con nachos, patinamos sobre un lago helado, nos tiramos bolazos de nieve, compramos, compramos, compramos.Volvimos locos a los suecos, reímos, nos asustaron, vimos vacas, alces, renos. Comimos reno y pizza y sushi y comida mexicana. Montamos en barco, hicimos amigos aunque también nos cabreamos.
Subí y bajé las colinas de Karlstad montado en el manillar de una bici, lloramos, jugamos y visité un hospital y la redacción de un diario. Atravesamos Suecia a lo ancho en tren, salí en el periódico y vimos gente extraña, extravagante y muy muy rara.

Thursday, 28 January 2010

Happy Hour

1ra Parte
Bajo los sombreros, nos los colocamos, comenzamos con las fotos y cuando bajan los vecinos, rapidamente los escondemos. Marta se tira al suelo. Nadie sabe por qué. Entre risas asegura haberse roto el codo.
2da Parte
Patricia, Marta y Yo nos metemos al ascensor, la puerta comienza a cerrarse. Alguien lo ha llamado. Corriendo sale Marta, luego salgo Yo, y Patricia comienza a gritar a lo loco pensando que se va a quedar allí dentro y que algún vecino la vería con esas pintas. Pero milagrosamente logra aplacar la puerta y consigue que retroceda. Adrian siente vergüenza. Macarena y Alejandra están a lo suyo.
3a Parte
 Para que los vecinos no pensasen que seis esquizofrénicos estaban de juerga en su edificio, finjíamos darles otros usos  a los sombreros.
El bendito portero nos miraba con cara de no saber que hacer.
Patricia y yo montamos Pasión de Gavilanes. Marta y Adrian su "romantica luna de miel a Amazonas" (Las macetas del patio).
Al final ellos se van, vuelvo a casa y paso las fotos al ordenador para subirlas aquí.



Wednesday, 27 January 2010

FF



Risas tontas, calor por culpa del vozka, más risas más tontas, bobadas variadas... 
Justo en ese instante, erés feliz.

Ese momento, ni se busca, ni se paga, ni se pide, solo surge por casualidad. Es como el primer beso, el último día de curso, Nochevieja o simplemente cuando llegas a casa y huele a espaguettis carbonara.
Todo concuerda, encaja, todo está en su lugar y nada ni nadie puede robarte la alegría durante unos segundos o minutos. Aunque solo sean eso, merece la pena vivir para conocerlos. Pero si durasen más ya no serían lo mismo, nos acostumbraríamos a ellos y perderían su sentido.  Al igual que otras cosas importantes, son pasajeros. Por eso los aprecio.