Risas tontas, calor por culpa del vozka, más risas más tontas, bobadas variadas...
Justo en ese instante, erés feliz.
Ese momento, ni se busca, ni se paga, ni se pide, solo surge por casualidad. Es como el primer beso, el último día de curso, Nochevieja o simplemente cuando llegas a casa y huele a espaguettis carbonara.
Todo concuerda, encaja, todo está en su lugar y nada ni nadie puede robarte la alegría durante unos segundos o minutos. Aunque solo sean eso, merece la pena vivir para conocerlos. Pero si durasen más ya no serían lo mismo, nos acostumbraríamos a ellos y perderían su sentido. Al igual que otras cosas importantes, son pasajeros. Por eso los aprecio.
2 comments:
Muy bien! Lo has retomado! :D Me encanta esa foto! Jaja(:
1besito!
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